Cuando Morgana nació, era una bebé muy tranquila y, como todo recién nacido, dormía prácticamente todo el día. Desde un inicio, tenía en mente la importancia de establecer una rutina de sueño. Me informé, leí y aprendí cómo implementarla de la manera adecuada. Sin embargo, no pude comenzar desde su primer mes de vida por temas de salud (que les contaré en la siguiente entrada). Finalmente, empecé a aplicarla cuando ella tenía casi dos meses. A esa edad, Morgana ya podía diferenciar, aunque sea un poco, el día de la noche. De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría (AEP), los recién nacidos comienzan a desarrollar su reloj biológico entre las 6 y 8 semanas de vida, lo que les permite ajustar gradualmente sus patrones de sueño al ciclo de luz y oscuridad. Para lograr que una rutina de sueño funcione, hay que ser determinados y constantes. Es verdad que muchas veces se nos presentan eventos o situaciones que podrían modificar esta rutina, pero la constancia es clave. El esfuerzo vale la pena, porque el resultado será que nuestro bebé tenga un descanso placentero y, por ende, un desarrollo más eficaz. Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), establecer rutinas regulares a la hora de dormir ayuda a los bebés a dormir mejor y durante más tiempo. Además, dormir en los horarios adecuados no solo promueve un descanso placentero, sino que también aporta beneficios críticos al desarrollo neurológico y físico (Fuente: National Sleep Foundation). No digo que jamás podamos salir de noche o que no se nos pase una hora de sueño de vez en cuando. Pero lo ideal es prever que sean salidas moderadas, que no afecten demasiado la rutina y, sobre todo, que no se vuelvan constantes. La clave está en encontrar un equilibrio. ¿Cómo implementé la rutina de sueño? Yo puse como hora límite para empezar la rutina de sueño las 7:00 p.m. Esta rutina consistía en: Una vez lista, con su pijama puesta y el cabello bien seco, me echaba con ella para darle pecho y arrullarla hasta que se quedara dormida. Los primeros días siempre toman más tiempo hasta que el bebé se adecúa. Le daba pecho hasta que ella misma lo soltaba; así me aseguraba de que estuviera satisfecha y profundamente dormida. Además, tenía mucho cuidado con las almohadas: las colocaba lo suficientemente lejos para evitar cualquier riesgo de asfixia, pero cerca para protegerla de caerse por los bordes. Eso es algo que siempre debemos tener en cuenta. Así logré que Morgana durmiera toda la noche. ¿Qué pasó a medida que fue creciendo? Cuando comenzó la alimentación complementaria, la dinámica no cambió mucho. Después de cenar, seguíamos con la misma rutina de baño, ambiente relajado y arrullo. No les voy a mentir: hubo días difíciles, sobre todo cuando empecé a estudiar de nuevo, y Morgana tuvo ciertos regresos en su sueño. Es algo completamente normal. Ahora que Morgana tiene 1 año y 8 meses y ha dejado el pecho, el biberón entró en reemplazo de la teta como parte de su rutina de sueño. El resto sigue igual, y créanme: la constancia hace la diferencia. La importancia de las rutinas Las rutinas no solo aplican a la hora de dormir; también pueden implementarse a lo largo del día. Tener horarios y actividades establecidas ayuda a nuestros hijos a tener orden, a respetar normas y a sentirse seguros. Pero también nos beneficia a nosotras como mamás, porque nos organiza y aligera la carga del desorden, permitiéndonos encontrar momentos para nosotras mismas. Mi consejo final Confíen en mí: sean constantes y firmes con su rutina. Habrá comentarios de personas que no entenderán por qué te vas temprano de una reunión o por qué no «acostumbras» a tu bebé a dormir con bulla o en cualquier lugar. Pero, seamos honestas: si como adultos anhelamos dormir cómodamente y en silencio, un bebé, con mayor razón. Como siempre digo, respeto la forma de criar de cada una. Seguro habrá mamás que piensen distinto, ¡y estoy abierta a conversarlo y aprender de todos los puntos de vista! Me encantaría saber qué opinan sobre la rutina de sueño que implementé para Morgana. ¿Cómo les fue a ustedes con esa etapa? ¿Tienen alguna rutina que les haya funcionado? ¡Las leo en los comentarios!
Mi viaje con este blog
Cuando todo esto comenzó, nunca imaginé hasta dónde llegaría. Este espacio nació como un simple proyecto académico, una tarea más en el camino de mi carrera profesional. Recuerdo lo ajeno que se sentía al inicio; pensé que sería una obligación más, algo que cumplir y dejar atrás. Sin embargo, al adentrarme en el proceso, algo cambió. No solo aprendí a construir una web desde cero, también me conecté con un lado de mí misma que, hasta ese momento, había mantenido muy reservado: mi maternidad. Transformé mis dudas y temores iniciales en un refugio digital donde podía compartir mi experiencia más personal con ustedes. De la obligación al amor por crear contenido Con el paso del tiempo, este proyecto dejó de ser solo una entrega final y se convirtió en algo que amo profundamente. Aquí, entre entradas y publicaciones, he descubierto una nueva pasión: crear contenido, compartir mi historia y conectar con otras mamás que están viviendo este mismo viaje. Aunque empezó por obligación, pronto se transformó en algo que me llena de alegría y orgullo. Cada entrada, cada comentario que recibo, me recuerda que no estamos solas en este camino y que podemos aprender juntas. Redescubriendo mi carrera profesional Lo que realmente me sorprende es cómo esta web no solo me ayudó a conectar con mi maternidad, sino que también me permitió redescubrir mi carrera desde un lugar completamente nuevo. Este proyecto me hizo sentirme mucho más segura de la profesional en la que me estoy convirtiendo. Me ayudó a volver a amar mi carrera, a recordar el propósito inicial por el que la elegí y a encontrar nuevas maneras de crecer dentro de ella. Ahora entiendo mejor las funciones que quiero desempeñar y tengo una visión más clara de hacia dónde quiero dirigir mi vida laboral. Mirando al futuro con ilusión Hoy, miro hacia el futuro con ilusión y expectativas renovadas. Mi intención es seguir nutriendo este espacio, mejorándolo y llenándolo de contenido que realmente les sea útil y significativo. Quiero que esta web sea mucho más que un lugar de consulta; quiero que sea una comunidad donde podamos reír, llorar, celebrar y apoyarnos mutuamente. Gracias por ser parte de este sueño que sigue creciendo día a día. Estoy emocionada por todo lo que viene y por poder compartirlo con ustedes. ¡Te leo en los comentarios! Me encantaría saber qué piensas y cómo ha sido tu experiencia en este espacio. ¿Qué te gustaría ver en las próximas publicaciones? ¿Hay algún tema en particular que te interese? Déjame tus comentarios, sugerencias y experiencias. ¡Construyamos juntas este espacio tan especial!
Los parques ya no me parecen tan buena opción: ¡Aquí te cuento por qué!
Hola Mamis, ¡espero que se encuentren muy bien! ¿No les pasa que a veces ya no saben dónde dejar jugar a sus hijos con total tranquilidad? A veces, el parque se convierte en un ambiente caótico entre patinetas, bicicletas, basura en el pasto y, por si fuera poco, perros sueltos corriendo por ahí. Aunque, claro, un parque siempre es la opción más natural y aporta muchos beneficios, creo que en esta etapa en la que nuestros bebés recién aprenden a caminar, aún no tienen el equilibrio totalmente establecido, y la mayoría de los juegos en un parque están diseñados para niños más grandes. Por eso, quiero recomendarles algunos espacios exclusivos para nuestros pequeños, donde pueden estar cómodos, seguros y, sobre todo, ¡divertirse! En estos lugares, nuestros hijos pueden jugar, socializar y disfrutar de nuevas experiencias, mientras nosotros, como mamás, podemos estar tranquilas en una zona exclusiva para adultos. ¡Sí! Puedes tomarte un café mientras observas a tu hijo jugar en un ambiente seguro y adaptado para él. Así que sin más preámbulo, aquí te dejo algunas recomendaciones en Lima que seguro les encantarán. Además, he añadido la ubicación de los mismos para que puedas encontrar fácilmente cada uno de estos espacios. El Baul de Antonia Este es un lugar encantador donde los niños pueden explorar, aprender y divertirse con actividades creativas. El Baúl de Antonia ofrece juegos didácticos, talleres y un ambiente perfecto para que los más pequeños se desarrollen mientras disfrutan de su tiempo libre. Cuenta con 2 sedes en Lima y una en Trujillo. Super Nova Super Nova es un centro de juegos interactivo para niños, que se centra en el aprendizaje y la diversión. El espacio está completamente rodeado por una piscina de pelotas y toboganes de todos los tamaños. Es el lugar perfecto para que los niños disfruten mientras desarrollan habilidades importantes a través del juego. Tiene 6 sedes en Lima. Small Place Small Place es otro excelente sitio para que los niños disfruten de actividades recreativas en un ambiente seguro y acogedor. Con una amplia variedad de juegos para diferentes edades, este lugar es ideal para familias que buscan un espacio donde los niños puedan pasar horas de diversión. Cuenta con varias sedes en Lima. Diversión adicional: Shows y talleres para todas las edades Además de los juegos y actividades, muchos de estos lugares ofrecen horarios de shows infantiles o talleres educativos diseñados para diferentes edades. ¡Una excelente forma de complementar la diversión de tus hijos! Espero que esta información les sea útil y se animen a visitar estos lugares para pasar un momento agradable con sus pequeños. ¡Cuéntame en los comentarios si ya has ido a alguno de estos sitios y qué te ha parecido, o si es nueva información para ti y te animas a visitarlos!
Las pañaladas no me parecen una buena opción
¡Hola, mamis!Espero que estén teniendo una excelente semana. Hoy quiero hablar sobre un tema que últimamente veo mucho en redes sociales: las pañaladas. Aunque la idea parece estupenda, siento que no se han considerado del todo las desventajas que pueden surgir. Esto probablemente ocurre porque, al igual que nosotras cuando somos primerizas, muchos desconocen cómo puede reaccionar la piel del bebé a ciertas marcas de pañales. Aunque es cierto que los pañales son uno de los gastos más grandes en la crianza de un bebé, hacer compras masivas de ellos puede no ser la mejor estrategia. Aquí les cuento por qué: Mi experiencia con los pañales En mi caso, no tuve una pañalada como tal, pero sí recibí varios paquetes de pañales que al final no pude usar con mi hija. Terminé donándolos porque su piel no los toleró. Esta experiencia me enseñó algo importante:¡No te desesperes con las compras masivas! Es mejor comprar pañales en pequeñas cantidades y adaptarse al crecimiento del bebé y a cómo reacciona su piel. Por ejemplo, ya les hablé antes sobre la dermatitis del pañal. Esto puede ser causado por materiales o componentes específicos en los pañales y encontrar la marca ideal puede ser un verdadero desafío. Por eso, mi recomendación es que vayan con calma y prueben poco a poco. Alternativas para el Baby Shower En lugar de pañales, hay muchas cosas prácticas que puedes incluir en tu lista de regalos para el baby shower. Les he preparado un video donde cuento, desde mi experiencia como mamá primeriza, qué me sirvió mucho y qué no tanto. Espero que les guste y, como siempre, me encantaría leer sus comentarios. ¿Qué opinan sobre las pañaladas? ¿Tienen alguna recomendación para las listas de baby shower? ¡Compartan sus ideas!
Los Síntomas del Embarazo
¡Hola, mamis! Hoy quiero hablarles sobre un tema que todas conocemos, pero que vivimos de manera única: los síntomas del embarazo. Como ya saben, esta lista puede ser bastante larga, pero algo importante que quiero recalcar es que cada cuerpo es diferente y no todas experimentamos los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Los síntomas más comunes Uno de los primeros indicios que suelen aparecer son las náuseas y vómitos. A veces, son las primeras señales de que algo ha cambiado en nuestro cuerpo. También es común sentir un cansancio extremo desde las primeras semanas; tal vez noten que tienen más sueño de lo habitual o que actividades que antes no las agotaban ahora las dejan sin energía. Otro síntoma típico es el aumento de los senos y, en algunos casos, el ensanchamiento de las caderas. ¡Recuerdo que fue lo primero que noté! Empecé a sospechar cuando estos cambios, junto con el cansancio y las náuseas, se hicieron evidentes. Les cuento una anécdota: una vez me quedé dormida en el bote de regreso de las Islas Palomino. ¡Con todo ese viento y movimiento! Fue algo loco. Náuseas, vómitos y cómo sobrevivir Este tema puede ser uno de los más incómodos. Algunas mamás tienen la suerte de no sufrirlo tanto, pero yo no fui una de ellas. Tuve náuseas y vómitos durante prácticamente todo el embarazo, especialmente los primeros seis meses. ¡Incluso el agua me costaba retener! Afortunadamente, encontré un medicamento que me ayudó, pero si un día olvidaba tomarlo, volvía a lo mismo. Les dejo algunos tips que me sirvieron: Recuerden siempre consultar con su médico antes de probar cualquier medicamento. Cada embarazo es único. Otros síntomas menos comunes que tuve incluyen calambres en las piernas (horribles, especialmente al estirarse por las mañanas) y sangrado nasal. Me explicaron que esto sucede porque los vasos sanguíneos de las fosas nasales se vuelven más sensibles durante el embarazo. Ah, y no puedo olvidar las pesadillas vívidas. ¡Nunca había soñado cosas tan intensas! Compartan sus experiencias Ahora les toca a ustedes: ¿qué síntomas tuvieron durante su embarazo? Si están en la dulce espera, cuéntenos cómo la están pasando y compartan sus tips. Entre todas podemos hacer este viaje más llevadero. Gracias por leerme, mamis, y recuerden que cada experiencia es especial. ¡Lo importante es que al final tendremos a nuestros pequeños milagros en brazos! Your browser does not support the video tag.
¿Por qué opté por un parto natural?
Hola Mamis, una de las preguntas más importantes que nos surgen durante el embarazo, especialmente a medida que nos acercamos a la fecha probable de parto, es si debemos optar por un parto natural o por una cesárea. Mi Temor a los Hospitales En mi caso, debo confesar que al principio estuve muy preocupada por cómo sería ese momento. Sin embargo, lo que sí tenía claro era que quería un parto natural. La sola idea de someterme a una cirugía me aterraba, sobre todo porque tengo cierto temor a los hospitales. Este temor no proviene de un miedo a las agujas o las operaciones, sino a las malas experiencias que he tenido con el trato del personal médico en el pasado. Como muchas de nosotras, las historias de terror que escuchamos en redes sociales también aumentaban mi ansiedad. El Tiempo de Recuperación Mi decisión de optar por un parto natural también está vinculada con el tiempo de recuperación que implica una cesárea. Como sabemos, la cesárea es una cirugía mayor que requiere cortar varias capas de piel, y aunque los avances médicos han mejorado mucho, la recuperación sigue siendo más lenta que en un parto vaginal. Según varios estudios, las mujeres que se someten a una cesárea requieren más tiempo para sanar y tienen un mayor riesgo de complicaciones postoperatorias (Gibbons et al., 2010; Rojanasarot et al., 2019). Además, hay un factor económico que no podemos dejar de lado: una cesárea, al ser un procedimiento quirúrgico, generalmente tiene un costo mayor. Quería Empoderarme en mi Parto Otro aspecto que influyó en mi decisión fue el deseo de una superación personal. Quería demostrarme a mí misma que tenía la fuerza y la capacidad de empoderar a mi cuerpo para dar a luz de la manera más natural posible. Sabía que no sería fácil, pero me sentía preparada para enfrentar el reto. Posibles Secuelas La epidural también me generaba dudas. Había leído varios testimonios de mujeres que experimentaron secuelas a largo plazo, como dolores lumbares crónicos, lo que me hizo sentir insegura sobre esta opción. Aunque es una decisión personal y respetable, no me sentía cómoda con la idea de someterme a un procedimiento que podría tener efectos secundarios en mi cuerpo. Además, en general, no soy muy partidaria de la medicina convencional, prefiero explorar opciones más naturales siempre que sea posible. Aumento de Cesáreas Es importante señalar que la forma en que cada mujer decide parir debe ser respetada. Sin embargo, no podemos ignorar que las tasas de cesáreas han aumentado significativamente en los últimos años. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de cesáreas ha aumentado globalmente, y en muchos casos, se ha realizado la cesárea por razones de conveniencia del personal médico, más que por una necesidad médica real (WHO, 2015). He escuchado varios testimonios de mujeres que, a pesar de tener un parto que podría haber sido vaginal, fueron sometidas a una cesárea porque era más fácil para el médico o por la presión de acelerar el proceso. De hecho, mi parto duró aproximadamente 48 horas. Usualmente, el personal médico no suele darte ese tiempo, y en su lugar recurren a la inducción con oxitocina o a la cesárea para «resolver» rápidamente el proceso. Mi mayor temor era que me impusieran una cesárea sin haber agotado todas las opciones posibles. Mi intimidad La idea de estar rodeada de personas ajenas a mi intimidad en un momento tan vulnerable no me resultaba nada cómoda. Por todo esto, sabía que la opción que me tranquilizaba más era un parto natural, idealmente en casa, donde pudiera estar más en control de mi entorno. La Elección es de Cada Mujer Cada mujer y cada parto son diferentes, y lo más importante es que cada una de nosotras pueda elegir el camino que mejor se ajuste a sus necesidades y deseos. En mi caso, mi elección fue clara, pero el respeto por las decisiones de los demás siempre será fundamental. Hoy les dejo un episodio de mi podcast en el que, junto a mi esposo, les contamos un poco sobre cómo llegamos a la decisión de tener un parto natural en casa y cómo lo vivimos. ¡Espero que lo disfruten! Déjenme en los comentarios qué piensan o si ya tienen un plan de parto, estaré encantada de leerlas. Fuentes Gibbons, L., et al. (2010). «The Impact of Cesarean Delivery on Maternal and Neonatal Outcomes.» International Journal of Obstetrics and Gynaecology, 117(10), 1162–1169. Rojanasarot, S., et al. (2019). «Long-term outcomes of cesarean section: A systematic review.» BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynaecology, 126(11), 1449–1460. World Health Organization (WHO). (2015). «Care in Normal Birth: A Practical Guide.» Geneva: WHO.
El Truco del Algodón
¡Hola, mamis! Hoy quiero compartir con ustedes un tip que me dio mi mamá y que me fue de mucha ayuda en los primeros meses con Morgana: ¡el uso de algodón en vez de pañitos húmedos! Es un consejo sencillo, pero muy efectivo, que les puede ahorrar dinero y, lo más importante, cuidar la piel sensible de nuestros pequeños. Aquí les cuento por qué este truco me funcionó y cómo lo apliqué desde el principio. ¿Por Qué Optar por Algodón en Lugar de Pañitos Húmedos? Sabemos que el mercado de los pañitos húmedos está lleno de opciones: diferentes marcas, olores, texturas e ingredientes. Sin embargo, muchas de estas toallitas contienen alcohol y otros componentes que pueden irritar la piel sensible de los bebés, especialmente en los primeros meses de vida. A veces, leer las etiquetas de estos productos puede ser confuso, y la elección equivocada podría resultar en molestias para nuestros bebés. Por eso, mi mamá me recomendó un truco sencillo que decidí seguir: usar algodón en lugar de pañitos húmedos. Paso a paso: Cómo Preparar el Algodón Desde antes de la llegada de Morgana, empecé a cortar pequeños trozos de algodón del tamaño de la palma de mi mano. Los guardaba en un pote limpio y desinfectado para que estuvieran listos para usar. Cada vez que le cambiaba el pañal, sacaba de 3 a 4 trozos de algodón, los remojaba ligeramente con agua tibia (que tenía en un pequeño termo o pote) y los usaba para limpiarla. Este método es perfecto para limpiar de manera rápida y efectiva, sin los químicos de las toallitas. Adiós Irritaciones Lo que me funcionó muy bien fue mojar el algodón en agua tibia, de manera que no estuviera demasiado mojado ni demasiado seco. Si necesitaba hacer una limpieza más profunda, le aplicaba un poquito de jabón neutro en el algodón para hacer espuma y luego lo pasaba por la zona del pañal. Después, con otro trozo de algodón húmedo, enjuagaba bien para asegurarse de que no quedara residuo de jabón. Es fundamental que la zona quede bien seca para evitar irritaciones. Siempre tenía papel toalla a la mano para secar suavemente y evitar que la humedad quedara atrapada en la piel de mi bebé. ¡Recuerda que la piel de los recién nacidos es muy delicada. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Roxana Díaz Subauste | Pediatra ♡ (@dra.roxdiaz) El Frío de los Pañitos Algo que noté en los primeros días es que los bebés, sobre todo los recién nacidos, son muy sensibles a los cambios de temperatura. El frío de las toallitas húmedas les incomodaba mucho, y por eso a menudo lloraban durante el cambio de pañal. Sé que existen calentadores de toallitas, que me parecen una maravilla de la modernidad, pero no todas las mamás tienen acceso a ellos, ya sea por cuestión económica o porque es difícil encontrarlos en tiendas físicas. Muchos de estos calentadores solo se consiguen en línea, y a veces no es una opción para todos. Alternativa Económica Usar algodón en lugar de pañitos húmedos es mucho más económico. Las toallitas pueden ser caras, y si tu bebé tiene piel sensible como la mía, puede ser un proceso de prueba y error hasta encontrar la marca adecuada. Durante los primeros meses, usé esta fórmula del algodón porque me garantizaba que no estaba exponiendo la piel de Morgana a ingredientes que pudieran irritarla. Aunque el único inconveniente de este truco es que no es tan práctico fuera de casa, yo llevaba siempre un pequeño termo con agua tibia y algodón listo para usar. ¡Así no perdía la costumbre, ni de limpieza ni de cuidado! ¿Nunca uso Pañitos Humedos? Ahora que Morgana ya está más grande y su piel ha ganado un poco de resistencia, uso pañitos húmedos, pero ya conozco mejor su piel. Las necesidades de rapidez en los cambios de pañal también aumentan a medida que crecen, ¡y mi bebé ahora es una bala! Pero sin duda, este truco de usar algodón es algo que me enseñó mi mamá y que me ayudó mucho, especialmente en los primeros meses. Es sencillo, económico y efectivo. Si eres mamá primeriza o simplemente buscas una alternativa más natural para los cambios de pañal, ¡te invito a probar este consejo! El algodón y agua tibia fueron mis aliados durante los primeros meses, y ahora tengo la tranquilidad de saber que cuidaba la piel de mi bebé sin tantos productos químicos. ¿Qué consejos tienes tú para las mamás que están comenzando en este viaje de la maternidad? ¡Déjame tu experiencia y comentame si ya conocias este truco!
¡Cuando el instinto habla!
¡Hola, mamás! Quiero compartir con ustedes la historia de mi parto, un momento único y lleno de emociones que espero les inspire y conecte con su propio viaje hacia la maternidad. El inicio inesperado Todo comenzó el 4 de junio de 2023. Esa tarde, mientras estaba en casa, doblando la ropita de mi bebé —que había lavado y planchado con tanto amor—, no imaginaba que el inicio de mi trabajo de parto estaba más cerca de lo que pensaba. La verdad es que no había tenido síntomas claros que me indicaran que ya era el momento. Solo unas molestias ligeras, como esas que sientes justo antes de que te baje la regla. Pero en ese momento, estaba tan inmersa en los preparativos, como muchas mamás hacen en su “instinto de anidación”, asegurándome de que todo estuviera listo para recibir a mi pequeña. Esa noche, mi suegra me llamó para ver cómo estaba. Me dijo que debía descansar porque el momento podía llegar en cualquier instante. Tenía 38 semanas, así que sabía que estaba muy cerca. Después de nuestra charla, noté que empezaron a llegar unos cólicos leves. Eran tan sutiles que no quería pensar que podría ser algo más, así que decidí no hacerme muchas ilusiones y continué con mi día. Esa madrugada, cuando me levanté para ir al baño, noté un poco de sangrado marrón. Recuerdo lo que pensé: “Esto puede ser el tapón mucoso”. En mis clases prenatales me habían explicado cómo puede iniciar un parto, y aunque Hollywood nos vende la idea de que siempre se rompe la bolsa de agua y todo es un caos, en la realidad, hay mil maneras en que esto puede suceder. El camino hacia el Parto Así, le mandé un mensaje a mi doctora, quien me confirmó que había llegado el momento, recomendó que descansara y que la mantuviera informada. Al día siguiente, fui a hacerme una ecografía para asegurarme de que todo estaba bien con mi bebé, y para mi alegría, todo estaba perfecto. Entonces, solo quedaba esperar. Decidí tener un parto en casa, no en mi departamento, sino en la casa de mi doctora, que tiene una hermosa casa de parto donde se respira tranquilidad. Allí, rodeada de un equipo de confianza, me sentía segura. A medida que avanzaba el día 5 de junio, el dolor comenzó a aumentar. Aún podía caminar y hablar, pero estaba empezando a sentir que el trabajo de parto se estaba intensificando. Llegué a la casa de partos, donde me examinaron, y vi que estaba en un estado de dilatación que me hizo darme cuenta de que me quedaba una larga noche por delante. Las contracciones eran intensas, pero no insoportables. A medida que avanzaba el tiempo, mi esposo y yo nos apoyamos mutuamente, buscando las mejores posiciones para manejar el dolor. El Encuentro con el Dolor Cuando finalmente llegué a 8 centímetros de dilatación, decidimos entrar a la tina de agua, con la esperanza de que me ayudara a relajarme y facilitar el proceso. Sin embargo, a medida que me sumergía, los dolores se intensificaron y el progreso pareció estancarse. Aunque el agua era reconfortante, mis músculos se relajaron tanto que sentí que el parto se volvía más lento. Tras un tiempo, tuvimos que tomar la difícil decisión de salir de la tina y explorar otras posiciones en el cuarto. Esto alargó las horas del trabajo de parto, y el cansancio comenzó a pesar en mí. Hubo un momento en que sentí que no podía seguir. Pero todos a mi alrededor se convirtieron en mi fuerza. Mi esposo y el equipo de apoyo me alentaron, recordándome que cada contracción era un paso más cerca de conocer a mi bebé. Finalmente, encontré la que mejor funcionaba para mí: en cuclillas, apoyada en mi esposo, quien me sostenía con amor y fuerza. La Hora de la Verdad Y aquí viene el momento que todas tememos, el «aro de fuego». Cuando estaba a punto de coronar a mi bebé, fue como si todo se encendiera. Sentí que todo se concentraba en ese momento, y fue ahí cuando recordé lo que había aprendido: respirar, concentrarme y empujar. Con cada contracción, yo y mi bebé trabajábamos juntas para traerla al mundo. Cuando finalmente Morgana salió, fue un momento de pura magia. Recuerdo cómo abrí los ojos y la vi mirándome. Era como si todo el dolor se desvaneciera en un instante. La abracé, le dije: «Hola, mi amor, ya estoy aquí». Ella, con instinto, buscó mi pecho y comenzó a alimentarse. Cada segundo de ese momento fue un regalo. En ese instante, todo el viaje valió la pena. Y aunque el camino no estuvo exento de desafíos, la alegría y el amor que me llenaron al tenerla en mis brazos superaron cualquier cosa. La sanación de un sueño Este proceso fue sanador para mi alma. Siempre había cargado con la etiqueta de que nunca podría concretar lo que me proponía. Sentía que, en cierto modo, era una persona que dejaba las cosas a medias. Pero ese día, por fin, pude liberarme de esa carga. Al empujar y trabajar arduamente, me demostré a mí misma que sí podía. Cada contracción me acercaba más a mi objetivo y, al final, esa fuerza interna se convirtió en la mayor victoria de mi vida. A todas ustedes que están a punto de dar a luz, quiero decirles que cada experiencia es única, y que no hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Lo importante es que se sientan empoderadas y acompañadas en este viaje. Confíen en sus cuerpos, en sus instintos, y recuerden que cada dolor, cada momento, vale la pena cuando tienen a su pequeño en brazos. Siéntanse en confianza de dejarme comentarios por este medio; estaré encantada de leerlos y responderles. Y cuéntenme sus experiencias, sus historias; si aún no has dado a luz, cuéntame cuáles son tus expectativas. ¡Las estaré leyendo! Con cariño, una mamá novata.
¡Bienvenidas a bordo!
¡Hola, queridas mamás! Sean bienvenidas a «El Viaje de una Mamá Novata», donde hablaré de las diversas etapas de la maternidad, desde el embarazo hasta la crianza. Encontrarán un espacio que les brindará tips, consejos prácticos y recomendaciones de productos y sitios para bebés y mamás. Aquí, quiero que sientan el apoyo y la compañía en cada paso de este hermoso viaje. Como una mamá joven que enfrentó la maternidad de manera inesperada, mi misión es brindar apoyo y comprensión. Morgana, mi bebé de 1 año y 3 meses, ha sido mi gran maestra en este viaje, enseñándome a ser madre y sanando heridas de mi infancia. He descubierto los retos y alegrías de criar a una niña, formando una red de apoyo que llamamos «crianza en tribu». A través de este sitio, encontrarán recomendaciones de productos, entrevistas con profesionales como pediatras y obstetras, y una comunidad donde desmitificaremos aspectos de la maternidad. Espero que disfruten de acompañarme en esta aventura. Siéntanse en confianza de dejarme comentarios por este medio; estaré encantada de leerlos y responderles. ¡Juntas en cada paso, exploraremos esta hermosa aventura de criar a nuestros hijos!